Simplificando la regla de la mirada establece que debemos fijarnos en la dirección de la mirada de la modelo y en la fase de emciadrar procurar dejar más espacio (aire) allá donde dirige su mirada.
Para cumplir con la regla procuraremos dejar una zona más amplia para que la modelo dirija allí su mirada y así conseguimos potenciar la expresividad de la imagen. Instintivamente si la composición de nuestra fotografía es correcta, haremos que quien la observe, se interrogue sobre ¿qué está mirando?
Si además la mezclamos con la regla de los tercios y hacemos coincidir el ojo más cercano con uno de los puntos de intersección, casi con toda seguridad que lograremos una composición interesante y equilibrada.
Extraído de 101 truconsejos para retrato de Arturo Carrasco