TIP Nº17. La regla de los triángulos
Es una regla clásica de composición que se utiliza en la pintura sobre todo del Renacimiento y de manera heredada en fotografía. Esta norma establece que el motivo principal de una imagen debe formar un triángulo. Este tipo de encuadre transmite calma y armonía. Ten en cuenta que la simetría siempre aporta claridad a la escena.
Las líneas y puntos de interés en una fotografía se combinan para formar un triángulo. La dirección de este triángulo influye poderosamente en el equilibrio de la toma. Apoyándonos en elementos del entorno, como por ejemplo las “líneas de fuga” que tengamos a mano conseguimos crear “triángulos convergentes” que darán más fuerza a la imagen. Las líneas se unen en un punto (de fuga) dentro o fuera del encuadre. Ese punto forma uno de los vértices.
Extraído de 101 truconsejos para retrato